Literatura latinoamericana después de la literatura latinoamericana

martes, 30 de diciembre de 2008

La literatura latinoamericana, la que se hizo conocer en otros ámbitos, que no son necesariamente los locales, fue abanderada a comienzos de la década de los ‘60, por escritores que sorprendieron por su temática, el uso de técnicas narrativas y una posición ideológica progresista. Sobre todo, que criticaba la tendencia dictatorial que pululaba durante esos años los países de América Latina.

Entre los principales representantes de esa entonces nueva camada de escritores, destacaron:
Gabriel García Márquez (Colombia), Mario Vargas Llosa (Perú), Julio Cortazar (Argentina), José Donoso (Chile), Carlos Fuentes (México), entre otros. El más reconocido, no por eso el mejor, es sin lugar a dudas: Gabriel García Márquez por su novela ‘Cien años de soledad‘ y el premio Nóbel que ganara en el año 1982. A este grupo de escritores se les conoció como parte del “Boom de la literatura latinoamericana“.

Durante muchos años, el “Boom” marcaba la pauta de la literatura en esa parte del continente, cualquiera que escribiera de otra manera sería considerado marginal, en ese sentido, el modelo que hizo conocido al escritor colombiano García Márquez, el realismo-mágico, pareció establecer la valla a la que muchos escritores de la época quisieron llegar e imitar.

La mayoría fracasó, ya se sabe que nada es mejor que el original. Sin embargo, escritores como
Andrés Caicedo, injustamente postergado, y desde mi punto de vista uno de los pioneros que comenzaban a tomar distancia con el realismo-mágico, no terminaban de salir de su entorno. Para los consumidores: críticos, lectores, estudiosos… aquellos que no se compenetraban con esta tendencia eran considerados cualquier cosa, para ellos si en la obra no se encontraba a mujeres que volaran u hombres con sexos descomunales y que vivían demasiado tiempo, no era considerada literatura latinoamericana.

Lo mismo sucedió al querer establecer una nueva forma de narrar, distinta por ejemplo a la que usa hasta hoy Mario Vargas Llosa. Eran separados de esa especie de parnaso que hasta hace unos años estaba reservado para los escritores mencionados anteriormente...

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Por: Javier Sicchar

1 comentarios:

Camy dijo...

Durante años he leído a Julio Cortazar, me ha entusiasmado y lo sigue haciendo y de vez en cuando vuelvo a Rayuela.
La literatura latinoamericana me encanta por la magia que encierra su prosa, sus historias, sus lugares y costumbres.
A Gabriel García Márquea, naturalmente que lo he leído y tres veces sus Cien años de Soledad.Sus memorias.
Vargas Llosa otro tanto, La fiesta del Chivo creo que es la última novela de él leída.
¿Y las mujeres? ¿Acaso no es una buena representante La Casa de los Espíritus de Isabel Allende? Confieso que después, bastante más tarde existe cosas de esta mujer que no me dicen mucho.
Zoe Valdés, también la considero digna de entrar en este mundo de realismo mágico.

Acabo de apuntar a Andrés Caicedo, que confieso no lo conozco.