Viene de: El saludable presente de la ucronía (I)
Una ucronía que sigue más fielmente el molde clásico es la mencionada El sindicato de policia Yiddish, de Michael Chabon, uno de los autores más fascinantes de la literatura estadounidense contemporánea. En las novelas de historia alternativa existe siempre lo que ha sido dado en llamar "punto de divergencia", es decir el momento exacto en que la historia representada por la ficción se aparta de la que conocemos los lectores, la de "nuestro mundo"; en el caso de Auster, el punto de divergencia está en las elecciones del 2000; para El sindicato... es la aprobación de una ley que otorga a los judíos un estado independiente en Alaska, impidiendo asi la muerte de millones de seres humanos en el Holocausto y, además, ahorrándole a la Alemania Nazi sumas considerables de dinero invertidas en campos de concentración; esta nueva economía permite a Hitler derrotar a Rusia y prolongar la guerra en Europa hasta el 46, momento en que Berlín es destruida con armas atómicas.
En esta novela, así como también en la mencionada "El hombre en el castillo", los hechos históricos (de historia alternativa, mejor dicho), sirven de telón de fondo y son referidos tangencialmente en tanto memoria histórica; en La conjura contra América, de Philip Roth, por el contrario, la historia es presentada cronológicamente acompasando la vida del protagonista.
En esta novela el punto de divergencia se emplaza en 1940, con la victoria de Charles Lindbergh como candidato a la presidencia de Estados Unidos, comenzando un gobierno fascista de marcado perfil antisemita.
Estos dos modelos de ficción ucrónica, la que está ubicada en un presente alternativo y "recuerda" una historia que difiere de la nuestra a partir de un punto de divergencia, y la que acompaña el devenir histórico a través de la vida de un personaje, son paradigmáticos de la novela de historia alternativa en su tradición más clásica. Una derivación interesante de esta línea esta en lo que podríamos llamar la "ucronía difusa", en la que el punto de divergencia no está claro y nuestro mundo y el representado difieren de un modo más complejo, no siempre evidente para el lector. Este es el caso de Criptonomicón, de Neal Stephenson. Los hechos "ucrónicos" de esta ficción pueden ser fácilmente pasados por alto; sin embargo, cuando son reconocidos por el lector, la obra adquiere un perfil de mayor complejidad. Otra "ucronía difusa" podría ser la adaptación de 1995 de la tragedia Ricardo III de Shakespeare, dirigida por Richard Loncraine y adaptada por Ian McKellen, quien representa al rey Ricardo; aquí encontramos una Inglaterra fascista en los años 30s, con elementos tecnológicos dispares que ayudan a construir la sensación de "otro mundo".
Otros filmes que explotan conceptos de ucronía o historia alternativa son Back to the future 2, cuya trama implica precisamente un intento de los protagonistas por evitar el desarrollo de una línea de tiempo paralela, el documental ficticio CSA: the confederate states of america, cuyo punto de divergencia está en la guerra civil, en este caso ganada por los estados del sur, la adaptación (a estrenarse en 2009) de la célebre novela gráfica Watchmen, planteando un mundo en el que Estados Unidos ganó la guerra de Vietnam gracias a la intervención de un "superhéroe" surgido de un experimento con las fuerzas fundamentales del universo, y el homenaje a la ficción de aventura pulp Sky captain and the world of tomorrow, ubicada en un 1939 alternativo lleno de dirigibles y extrañas formas de tecnología.
Ingresando de lleno en la fantasía hay que resaltar la novela Jonathan Strange and Mr.Norrell, de Susana Clarke, una historia alternativa en la que Inglaterra fue gobernada a lo largo de la edad media por magos y hechiceros, entrando la magia en decadencia hasta su revitalización en la época victoriana. Un interés particular de esta novela es su incorporación de una extensa bibliografía apócrifa compuesta por libros de historia de la magia.
Está claro que la ucronía como subgénero narrativo goza de buena salud. Los aportes de Chabon y Roth, al nivel de los ejemplos clásicos, han vitalizado su rol especial en el campo de lo fantástico y la ciencia ficción. En el caso de Roth y Auster, el uso de estos recursos para comprometerse con una realidad política (el antisemitismo, la administración Bush) adquiere un relieve notorio. El tema fue planteado originalmente por el filósofo alemán Leibniz: ¿vivimos en el mejor de los mundos posibles? ¿En el peor? ¿En uno más entre los infinitos posibles? El comentario de Philip Dick a su propia novela El hombre en el castillo, y a su cuento ucrónico "La fe de nuestros padres", hizo historia: Si encuentran este mundo malo, dijo, deberían algunos de los otros...
Por: Ramiro Sanchiz
2 comentarios:
Un artículo para quitarse el sombrero. Un aplauso, Ramiro.
Saludos.
Bueno, muchas gracias, Any. Me alegra que te haya gustado. Y aprovecho para hacer una pequeña corrección: la frase de Philip Dick quedó cortada; es "si encuentran este mundo malo deberían VER algunos de los otros".
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